El Registro Akashico es un archivo en el cual se almacenan conocimientos adquiridos a través de la experiencia del alma. Este registro guarda la memoria cósmica del viaje del alma desde su nacimiento cuando se desprendió de la Totalidad, la Fuente Divina de Dios, hasta su retorno a la misma, y contiene toda la información y la evolución de dicha alma. Esto quiere decir, que es un registro atemporal, porque almacena acontecimientos, del pasado, presente y futuro.
Por lo tanto, los Registros Akashicos son los registros del viaje del alma a través del espacio-tiempo material e inmaterial.
El término akasha es en sánscrito que significa “archivo primordial del alma” y se refiere a la sustancia básica a partir de la cual todo ha sido creado o desarrollado. Es la sustancia creativa y generadora. Así, todo queda registrado en el éter, en el corazón o núcleo del akasha.
A este libro le dan diferentes nombres en varias religiones, como por ejemplo, en la Biblia se lo conoce como el “Libro de la Vida”, en el Islam lo llaman “La Eterna Tabla”. También tiene otros nombres como “Libro de los Recuerdos”, “Fuente de los Decretos”, “Archivos cósmico de creación”, entre otros.
Así como cada ser posee su propio registro, cada planeta lleva un registros en el cual contiene los libros álmicos de todos sus habitantes. A su vez, cada sistema posee una gran biblioteca en la cual se almacenan los registros de todos los planetas que los conforman; y cada galaxia lleva el registro de los sistemas estelares que pertenecen a ella, y asi cada universo guarda el libro de todas las galaxias que le dan vida, y así hasta la Totalidad.
Según el momento evolutivo de un planeta, el acceso a estos archivos cambia. Por ejemplo, cuando en un planeta la evolución está comenzando, los archivos se encuentran disponibles solo para algunos iniciados en los conocimientos espirituales esotéricos más profundos. A lo largo de la historia de la Tierra, sacerdotes de culturas salientes como (la lemuria, la atlante, la egipcia y la maya) conocieron el acceso a los archivos del alma o registros akashicos.
Partiendo del principio de la unicidad según el cual todos somos Uno, se considera en este caso, a la raza humana que habita este planeta, formada por todas y cada una de las personas sobre la Tierra. Cada humano tiene su propio archivo o registro akashico, que se une al de los otros en un gran libro planetario o biblioteca del registro akashico del planeta. Siempre que se abre un registro akashico, se produce un efecto en otros archivos también, ya que las experiencias de un alma están asociadas a los seres con los cuales tuvo experiencias.
La apertura y lectura del libro de la vida permite que un ser humano pueda encontrar cuestiones para modificar, sanar o fortalecer, que quizás no lograría descubrir a través de la psicología por estar guardadas en el campo del inconsciente. El contacto con la información del alma lleva a conectarse con lo más elevado y profundo de uno mismo y obtener una visión de la vida mucho más amplia. Gracias a esa compresión, se logra armonizar todos los planos: el emocional, el mental y el físico.
Como ya sabemos, los archivos akashicos guardan información sobre todos los hechos que ya ocurrieron, sobre lo que está pasando y sobre lo que pasará en el universo. Por lo tanto, es a través de estos archivos que la Divinidad se comunica y revela la verdad para el logro sincrónico de la sanación. La dispensación del karma y la sanación de los registros posibilitan la elevación de cada alma y la contribución en el proceso de ascensión planetaria. Se llama ascensión a la evolución que lleva a un nivel de conciencia más profundo, a un grado de vibración más sutil, más elevado.
Los maestros del registro nos informan acerca de nuestro origen álmico, de nuestra misión en la Tierra. Ellos le dan a la humanidad la oportunidad de recordar cómo despertar.
Dentro del registro akashico de un planeta como del registro individual, existen, además de custodios, guías y maestros. Los seres que cuidan los archivos akashicos son los llamados Kumaras (guardianes). Dentro del sistema solar de Kinich Ahau, nuestro Sol, existen tres Kumaras custodios del sistema estelar, ellos son: Gautama el Buda, Lord Maitreya y Sanat Kumara, quien, específicamente, custodia el registro akashico terrestre.
Cuando se abre un registro, siempre se convoca la energía de los Kumaras, los seres queridos, los maestros y el ángel de la guarda de la persona interesada. Asimismo este registro debe ser abierto, consultado y transmutado con la Luz para el bien de todos los involucrados. Es preciso estar abierto al Espíritu Santo y a los guías espirituales a fin de recibir orientación e información.
